Ésta sección va dedicada a un amigo muy especial para mí, que comparte y me ayuda en todo lo referente al pequeño mundo de las Mini Marcelino.
Va por ti; Mariano!
En 1969 yo cumplía los 8 años, vivía con mi familia en Orense, recuerdo con mucho cariño a mis primeros profesores y compañeros del colegio Sueiro, las tardes que pasábamos en La Alameda jugando a las canicas o al escondite.
Fue cuando apareció en el mercado la Ducati Mini Marcelino, deseo de todos los niños de aquella época y de algunos no tan pequeños. Aún recuerda mi padre la insistencia con que pedía que me comprase aquel pequeño ciclomotor, como la dibujaba con todo detalle o la modelaba con plastilina.
La primera vez que vi aquel caro objeto de deseo fue a un chico algo mayor que yo que se convirtió en la envidia de toda la pandilla; recuerdo que sus padres tenían un conocido comercio de la ciudad y guardaba la moto en el portal de la vivienda anexa al local, al que alguna vez me asomaba para verla de cerca.
Si la memoria no me falla, las vendían en la calle Ervedelo, la calle donde estaba la oficina de mi padre y próxima a mi casa. Con frecuencia me acercaba a la tienda, algunas veces acompañado de mi hermana pequeña, y me pegaba al escaparate, allí estaban las pequeñas Mini Marcelino de la que fue la Primera Serie, tres dispuestas en batería, roja y blanca, amarilla y blanca, y azul y blanca, las examinaba todas con detalle y al final centraba la vista en la roja y blanca, no podía ser más bonita, era perfecta, no tenía nada mejorable.
Mi padre que siempre ha tenido cierta aversión a las motos por el peligro que conllevan, pero era tal mi insistencia y la ilusión con la que me veía que llegó a decirme que me la compraba con la condición que no saliese de una finca que tenía, coincidió entonces que fue cuando le concedieron el traslado a Valladolid, ciudad natal de mis padres, por tanto el sueño de tener la pequeña Ducati se esfumó...
Mi experiencia más próxima a la Mini Marcelino fue un año en que en uno de los carruseles que instalaron durante las fiestas en la Alameda tenían dos pareadas y tuve la oportunidad de subirme y dar unas vueltas.
En 2009, 40 años más tarde, localicé a través de Internet una Ducati Mini Marcelino Primera Serie roja y blanca, ya restaurada y documentada al día, me la compré haciendo realidad aquel sueño de mi infancia, gracias al entusiasmo y la dedicación del autor de ésta Web mantengo vivos aquellos recuerdos, aquel nerviosismo y aquella admiración que nos producía la pequeña Ducati que sigue provocando sonrisas a quien la ve y momentos nostálgicos a quienes la conocimos en su nacimiento.
Si conoces algún documento curioso referente a las Mini Marcelino o quieres expresar tu experiencias en ésta sección puedes hacerlo contactándome con un correo a: ducatiminimarcelino@gmail.com
“Los sueños al final se cumplen”… 40 años después les llegó el regalo de Reyes tan deseado desde la infancia, a Isidro y a Mariano, como a otros tantos niños que pidieron su pequeña Mini Marcelino, ha valido la pena esperar tanto tiempo porque sigue siendo un pequeño sueño hecho realidad, y ahora después de tantos años, uno vuelve a la niñez en segundos montando en ella, es lo que más importa, eso no tiene precio!.