Limpieza y mantenimiento general

Uno de los grandes problemas que nos encontramos en cualquier motocicleta clásica es que tenga óxido en el interior del depósito de la gasolina, sobre todo si es metálico, se puede agudizar más o menos el problema si ha estado vacío sin combustible.

Aquí vamos a tratar de dar un pequeño truco de limpieza ya contrastado por uno de nuestros colaboradores, gracias a Mariano B.

1. Cerramos el grifo de gasolina, quitamos el macarrón del carburador, abrimos el grifo y vaciamos el resto de gasolina del depósito a través del grifo, desmontamos el depósito del bastidor y procuramos quitar el grifo y el tapón para que no sufran daños.
2. Dependiendo del estado exterior de nuestro depósito y si lo queremos proteger de posibles rasguños exteriores, lo embalamos con plástico de alimentos para que le no caiga ácido o cualquier producto y nos levante la pintura, dejando libre la salida del grifo y del tapón de gasolina.
3. Tapamos la salida del grifo con un tapón de corcho a la medida, o mejor con un tornillo con la misma rosca, lo encintamos con cinta aislante para posibles perdidas.
4. Introducimos en el interior del depósito litro y medio de vinagre previamente calentado, junto con restos de una cadena de metal, tuercas y un puñado de tirafondos de carpintero para que hagan el trabajo de arañar todo lo posible el óxido interior.
5. Tapamos la entrada de gasolina del depósito con un tapón a medida y volvemos a encintar.
6. Cogemos nuestro depósito con todo el mejunje y lo agitamos vigorosamente como una "maraca" hasta que creamos conveniente.
7. Dejaremos reposar todo un día para que el vinagre actúe, no olvidando de agitar el depósito de vez en cuando para que actúe en todas las paredes.
8. Comprobaremos al sacar el vinagre que se ha convertido en una pasta líquida lleno de escamas de óxido. Dependiendo del espesor de los restos que saquemos volvemos a repetir la operación con nuevo vinagre caliente.
9. Cuando los posos de óxido ya no sean tan consistentes enjuagamos nuestro depósito con agua y echamos medio litro de disolvente rebajado con agua al 50%, volvemos a agitar y vemos que ya apenas tiñe la mezcla con óxido.
10. Dejamos secar bien el depósito y haremos el tratamiento con un producto especial para ello, usamos RESTOM, también hay otras marcas como TANKERITE, EPOREM o similares. Seguiremos las instrucciones del fabricante.
11. El ácido ortofosfórico del producto actúa en el interior del depósito y queda limpio totalmente, más tarde con el desoxidante y con el barniz queda muy bien; limpio, reluciente y barnizado, tan duro y resistente como cristal.
12. El ácido fosfórico o ácido ortofosfórico es un compuesto químico muy útil en el laboratorio debido a su resistencia a la oxidación, a la reducción y a la evaporación. Entre otras aplicaciones, el ácido fosfórico se emplea como ingrediente de bebidas no alcohólicas como por ejemplo de la Gaseosa Coca Cola, como pegamento de prótesis dentales, como catalizador, en metales inoxidables y para fosfatos que se utilizan, como ablandadores de agua, fertilizantes y detergentes.
13. Dejaremos secar el depósito al menos 10 días antes de poner de nuevo gasolina mezcla en el interior. Montamos el depósito, el grifo, echamos gasolina y a rodar!

Normalmente el asiento de nuestra Mini Marcelino después de tanto tiempo habrá adquirido una buena pátina de suciedad, para limpiar el skay o poli piel del asiento os podemos sugerir lo siguiente:

• Lo mejor para limpiar es agua, con un chorrito de anomiaco y un chorro de jabón de lavavajillas, por ejemplo Fairy. Lo agitamos todo bien.
• Se puede frotar con un cepillo blando para la ropa sobre el poli piel y se retira con un paño seco, quedará muy bien y se quita toda la suciedad más gorda.
• Una vez hecho esto podemos seguir utilizando toallitas húmedas para el culito de los bebés, limpia y a la vez hidrata, y  no, no es broma!
• Una vez limpio también podemos utilizar como terminación final crema Nivea para manos, pero al ser poli piel sintética no es que absorba mucho.

Daremos una generosa capa en una superficie no más grande de 50 cm², se pueden hacer una divisiones imaginarias de las zonas y así mientras esperamos que reaccione la primera zona, aprox. 5 minutos, podemos ir dando decapante a una zona opuesta. Y en el siguiente paso, veremos que mientras reacciona la segunda zona, en la primera ya podemos decapar.

La pintura sale con una facilidad increíble la vamos rascando y dejando los restos en papel de periódico o trapo.

Repetimos los pasos y vemos el poco tiempo que se necesita, 2 minutos en extender el decapante, 5 minutos de espera para que actúe y 2 minutos para quitar la pintura con la rasqueta o el cepillo.

No dirás que es difícil, ni tampoco trabajoso...

Después de 40 años rodando, seguramente el tubo de escape de las Mini Marcelino ha acumulado bastante carbonilla y restos de aceite sin quemar tras la combustión, la limpieza interior choca bastante por su difícil acceso en ambos modelos: en el escape de la Primera Serie tenemos la posibilidad de meter un cepillo de alambre alargado hasta cierto punto por ser corto, pero en el escape del modelo Súper por su longitud es más complicado, de todos modos podemos probar lo siguiente:

- Si los restos acumulados estan resecos cogemos un martillo de goma y con pequeños golpes perimetrales vamos sacando los restos por la boca del codo.

- Si notamos que pueden quedar más en el interior podemos calentar exteriormente con una pistola de calor y volver a repetir con golpes secos.

- No recomiendo "quemar" el tubo de escape con fuego, ni usar soplete ya que castigaríamos exteriormente el escape desluciendo su cromado, si lo tienes que cromar posteriormente daría igual.

- Si no hay más remedio se puede practicar un corte cuadrado en su cara interior y abrilo como si fuera una lata de sardinas, evidentemente luego habría que soldar la zona.

- Lo que nunca haría es cortar en dos el escape como he comprobado varias veces, ya que la soldadura posterior por muy manitas que uno sea siempre se nota y para chapuzas siempre hay tiempo.

La peor parte de las Mini Marcelino Primera Serie siempre se la ha llevado la petaca del escape debido a su posición rasante muy cerca del suelo, ya no hablo de los cientos de golpes y arañazos, si no del barro y suciedad que es normal que recoja.

Si la suciedad es superficial podemos empezar lavando la pieza con estropajo azul y Fairy, Cillit Bang o cualquier desengrasante del mercado, secamos la pieza y luego podemos seguir usando lana de acero en seco, de gramaje más gorda a más fina, es lo que mejor recomiendo dado que uno puede ajustar la presión en cada pasada, podemos terminar puliendo la pieza con el kit de pulido de la marca Wolkraft o similar.

No obstante los escapes de ambos modelos estan cromados y aguantan la limpieza exterior con un buen cepillo de puas o mejor de nylon, tendremos que ver si el cromado exterior salta con facilidad o no, en caso positivo no recomiendo ésta práctica, montamos los cepillos en un taladro y probamos primero en una zona no muy visible hasta que punto arañan o no.